En realidad, mi carrera de escritor no había acabado de arrancar nunca, así que difícilmente podría abandonarla. Más justo sería decir que la había abandonado apenas iniciada. En 1989 yo había publicado mi primera novela, como el conjunto de relatos aparecido dos años antes, el libro fue acogido con notoria indiferencia, pero la vanidad y una reseña elogiosa de un amigo de aquella época se aliaron para convencerme de que podía llegar a ser un novelista y de que, para serlo, lo mejor era dejar mi trabajo en la redacción del periódico y dedicarme de lleno a escribir. El resultado de este cambio de vida fueron cinco años de angustia económica, física y metafísica, tres novelas inacabadas y una depresión espantosa que me tumbó durante dos meses en una butaca, frente al televisor.(fragmento de Javier Cercas) G racias a la posición horizontal adoptada, delante de la pantalla encendida durante las 24h del día, y sobrevivir a base de croquetas, que me traía mi madre en cantidades i...
Textos breus surrealistes. Contes i poemes